El movimiento temprano es vital para desarrollar los cimientos del lenguaje, el aprendizaje, la cognición y el afecto.
El bebé humano nace de forma prematura en relación a sus habilidades motoras. Los primeros años de vida se dedican principalmente a obtener el control corporal.
Según Piaget, el movimiento físico del niño es la base para el desarrollo cognitivo, social y emocional.
El movimiento es necesario para que el cerebro se desarrolle. El movimiento repetido ayuda a fortalecer las conexiones neuronales que se establecen entre el cerebro y el cuerpo. Esta red de conexiones formará el principal sistema de comunicación entre el individuo y el mundo exterior. Sin la oportunidad de moverse el cerebro es incapaz de desarrollar las habilidades necesarias para el desarrollo intelectual. Sin el movimiento se disminuye la capacidad intelectual global.
Información extraída del libro ” El niño bien equilibrado” de Sally Goddard Blyte. Una lectura muy interesante y recomendable.